Un impulso para las mentes más prometedoras
Ana, Esteban y Álvaro son algunos de los 53 estudiantes que ampliarán sus estudios universitarios en el extranjero gracias a la Becas Excelencia de la Fundación Mutua Madrileña.
Son 53 de los mejores estudiantes de España, representantes únicos de las generaciones que, más pronto que tarde, definirán el devenir y el futuro del país. Destacan en todas las ramas y disciplinas, desde el Arte y las Humanidades a las Ciencias Sociales y Jurídicas, las Ciencias de la Salud y las llamadas STEM (acrónimo en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). La excelencia de sus expedientes académicos pone en común intereses e inquietudes diferentes. Sus sueños también.
Son los beneficiarios de la XIX Edición de las Becas Excelencia que concede la Fundación Mutua Madrileña a estudiantes, hijos e hijas de mutualistas con más de 20 años de antigüedad para ampliar sus estudios en el extranjero. Con los seleccionados este año se alcanzan ya los 800 universitarios, con más de 14,5 millones de euros concedidos, que han podido ampliar sus conocimientos y capacidades. Se trata de apoyar a los mejores, independientemente del poder adquisitivo de sus familias, para que lo sean aún más.
Las becas de la Fundación Mutua Madrileña cuentan con una dotación de 12.000 euros anuales, por un máximo de dos años, y se conceden a graduados que hayan terminado sus estudios en universidades españolas hace menos de cuatro años con el fin de que puedan ampliar sus estudios internacionalmente. Las universidades preferidas este año son las de Países Bajos, Reino Unido y Alemania; aunque también China, Indonesia o Estados Unidos.
El 60% de los beneficiarios de esta edición son mujeres. Como Ana Teresa Sanz, una madrileña de Alpedrete que, para estudiar con uno de sus profesores preferidos, se trasladó hasta Donosti-San Sebastián para estudiar el Grado Superior de Música en la especialidad de Interpretación-Oboe en Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco.
“Siempre he soñado con poder dedicar mi vida a tocar en orquestas”, asegura Ana Teresa mientras se prepara para su próximo viaje a Berlín, donde estudiará el Máster de Estudios Orquestales de Oboe en la Universität der Künste. "Es uno de los centros con mayor reputación a nivel internacional y solo se ofertan unas pocas plazas para estudiar allí”, añade. En los estados musicales superiores es clave quién te enseña. Por eso vivió cuatro años en San Sebastián para estudiar con el profesor alemán Christian Wetzel, y lo hará en Berlín para hacerlo con Washington Barella, "un referente para mí”.
La futura concertista ya mira hacia su carrera profesional y señala que “aprender bien el idioma y crear una red de contactos que me ayude a entrar en este complejo y selectivo mundo musical” son claves de este nuevo esfuerzo. “Además, poder estudiar en una capital como Berlín me será de muchísima ayuda para tener oportunidades de tocar con orquestas alemanas e incluso internacionales”.
De la música a la ingeniería
Como Ana Teresa, el madrileño Esteban Labrador es de vocación temprana. “Siempre tuve claro que quería ser ingeniero, sobre todo por mi facilidad con las matemáticas y la física. Además, siempre me han llamado la atención las obras de ingeniería”. Esteban ha cursado el Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid y prepara su viaje a California (EE. UU.). La prestigiosa Universidad de Berkeley es su destino. “Es un sueño para mí poder ir a hacer el máster a Berkeley, una universidad tan prestigiosa y en la que es muy difícil ser admitido”.
Con las miras puestas en su futuro, señala que “el máster tiene una parte de liderazgo y gestión, otra técnica enfocada en asignaturas de ingeniería y un trabajo en grupo anual donde poner en práctica todo. Por tanto, por un lado, espero poder obtener un perfil profesional más completo, ya que el liderazgo y la gestión son muy importantes y antes de comenzar mi vida profesional es el mejor momento para hacerlo”.
Especializado en Técnicas Energéticas, Esteban reconoce que “el sector que más me llama la atención hoy en día son los proyectos de Ingeniería enfocados en Energía, por ejemplo, plantas de hidrógeno o de nuevos combustibles”; aunque tampoco descarta campos como los motores y las turbinas térmicas.
Para el madrileño, “aprender de la cultura y forma de trabajar que hay en Estados Unidos” son aspectos fundamentales del máster que cursará con el apoyo de la Fundación Mutua Madrileña. Por no hablar de que, como ya se percató, “hace tres o cuatro años”, gracias al acuerdo entre la universidad madrileña y la californiana, “además de conseguir el título de Berkeley, también me convalidarán el segundo año del Máster en Ingeniería Industrial que estoy cursando en Madrid; es decir, una doble titulación”.
Una doble titulación es la que ha conseguido Álvaro Tejero en la Universidad Francisco de Vitoria. En su caso la de Filosofía, Política y Economía y la de Periodismo. Para Álvaro, es clave lo que ocurre a su alrededor. “Cuando comencé mis estudios universitarios, me dije a mí mismo que, cualquiera que fuera el tema más urgente e importante con el que me topara, dedicaría mi futuro profesional y académico a él”. Tras obtener la Beca Excelencia, Tejero estudiará un máster en Política China, Política Exterior China y Relaciones Internacionales en Tsinghua University en la capital, de ese país, Beijing.
Fiel al compromiso que asumió al empezar la carrera ha optado por el campo “más urgente, importante y actual dentro de mi rango de estudios”. Y ese es “la comprensión de China como actor internacional. Además, creo firmemente que este esfuerzo tiene que realizarse en China para poder aprender de China sin clichés, estereotipos o falta de comunicación”. De ahí su elección de un centro como la Tsinghua University “por ser la mejor universidad de China y de Asia, con una escuela de pensamiento propia en Relaciones Internacionales y contacto con la realidad política y académica” de ese país”.
Convencido de que aprenderá y descubrirá, Álvaro coincide con Ana Teresa y Esteban en su esperanza de “conocer personas de todo el mundo para poder tener una red personal y profesional de carácter global”.
Y piensa en el siguiente paso tras la finalización de sus estudios en el gigante asiático. “Me gustaría realizar un doctorado y dedicarme por lo menos unos años al mundo académico”. Aunque tampoco piensa quedarse ahí: “En el caso más probable de que el tener un impacto práctico requiera de práctica por mi parte, daría el salto a instituciones de política exterior” españolas o europeas, aunque, “con el tiempo, mi trabajo ideal ahí sería a la cabeza o en posiciones directivas”.
Proyectos, sueños y muchos años de trabajo y esfuerzo, que permitirán a los 53 estudiantes que han obtenido las Becas Excelencia de este año, dar un paso hacia ese futuro que ya vislumbran.
