
Un lugar para crecer
La Fundación Kyrios desarrolla proyectos para ayudar a la socialización de personas con inteligencia límite, gracias a una ayuda de la Fundación Mutua.
Javier Montes es un joven madrileño y madridista que vive en Móstoles con su madre. Desde 2018 es usuario de la Fundación Kyrios, una entidad que desarrolla proyectos para ayudar a la socialización de las personas con inteligencia límite.
Javier, que ahora tiene 26 años, conoció la Fundación Kyrios a través de “una novia que tenía” y que le habló de ello porque ella era usuaria. “Me interesó para no estar tanto tiempo en casa e hice una entrevista, al cabo del tiempo me llamaron para unirme a uno de sus programas”, explica. Acude varias veces por semana y, en la actualidad es usuario, entre otros programas, del proyecto “Sociabilitas”, que Kyrios lleva a cabo este año gracias a una Ayuda a la Acción Social de la Fundación Mutua Madrileña, que en su XI convocatoria concedida este 2023 benefició a 34 proyectos de entidades sin ánimo de lucro. En la actualidad está abierta la duodécima convocatoria dotada de un millón de euros en total.
A través de su historia, Javier ejemplifica todo lo que la Fundación Kyrios de apoyo personal, que nació hace más de 10 años constituida por familiares de personas con inteligencia límite hace por este colectivo. Los profesionales de Kyrios trabajan para visibilizar esta condición de difícil diagnóstico y ha consolidado un modelo de intervención innovador basado en la individualización y coordinación de los apoyos que requiere la persona para desarrollar su proyecto de vida.
A Javier, por ejemplo, siempre le había costado mucho relacionarse con la gente y a esto, entre otras cosas, es a lo que Kyrios le ayuda: “Dentro del instituto me hablaba con los chavales, pero de puertas afuera, nada. El fin de semana me quedaba en casa”, explica Javier que tras terminar la enseñanza obligatoria hizo varios cursos de capacitación profesional en jardinería y cocina.

Al acudir a Kyrios, a Javier le llamó la atención comprobar que no era la única persona a la que le costaba tener habilidades sociales con personas que no tienen discapacidad y que podía trabajar en ello: “Al principio yo era un chaval bastante tímido y que le costaba mucho mirar a la cara a las personas. Ya lo llevo bastante mejor”, recuerda.
Ahora disfruta con las actividades que Kyrios le propone, en especial, los viajes que organizan varias veces al año. “Es mi actividad favorita. De hecho, este verano hemos ido a Benidorm 14 personas más el monitor. Lo organizamos todo: buscamos destino, hotel, vemos si vamos en tren o autobús, el presupuesto de cada uno…”
Actividades todas que buscan fomentar su independencia y les ayudan a socializar. “Los primeros días nos dicen dónde están las habitaciones, si el monitor se conoce la zona nos enseña y si no…pues a investigar”, cuenta. El de Benidorm será el tercer viaje de Javier con la Fundación Kyrios, pues ya ha estado en Galicia y León.
Precisamente en León estaba las pasadas navidades cuando le llamaron para una entrevista de trabajo como mozo de almacén en las naves de unos grandes almacenes, a través del programa de búsqueda de empleo de Kyrios: “Me incorporé en febrero en turno de tarde. Les dije que no tenía problema en ir por las tardes, pero lo que no sabía es que me iba a impedir seguir haciendo boxeo”.
El boxeo es para Javier una actividad que no solo le divierte, sino que le ayuda a descargar mucho el estrés. Por eso le costó sacrificarla por el empleo. “Al final me rescindieron el contrato y ahora en septiembre voy a volver a buscar trabajo, también como mozo de almacén. Aunque se acabó, para mí lo más importante es que con los compañeros yo me veía a gusto”.
“Cuando me salió el empleo solo venía a Kyrios en mis dos días libres para el manejo del dinero con mi profesional de apoyo. Cuando me despidieron del trabajo retomé el boxeo y el programa de búsqueda de empleo y aquí estoy, la mar de a gusto”, explica Javier.
Sociabilitas, el programa que ayuda a financiar este año la Fundación Mutua Madrileña con una de sus Ayudas a la Acción Social, trata de promover la autonomía y la socialización de las personas con inteligencia límite en diferentes ámbitos de su vida mediante la elaboración de Planes Personales de Apoyo.
Mediante estos planes se trabaja el desarrollo de competencias personales (autoconocimiento y autoestima, habilidades de comunicación, toma de decisiones, resolución de conflictos...); competencias sociales (autonomía en el hogar, movilidad funcional, manejo del transporte…); habilidades para el ejercicio de sus derechos y su capacidad jurídica; y la mejora de los hábitos de vida saludable para el cuidado de la salud física y mental y la prevención del envejecimiento
Lo del manejo del dinero es una cuestión en la que Javier ha trabajado mucho. “Me ha servido. De hecho, en el viaje a Benidorm yo llevé una parte del dinero y la otra la llevó un monitor que estaba con nosotros porque yo, si tengo dinero físico me lo gasto y me parece que no soy el único que tiene ese problema. Así que por lo menos en el viaje pude llegar al último día y pedírselo al monitor para comprar un detalle a mi madre”.
Y aunque a la vuelta del viaje volverá a buscar trabajo como mozo de almacén lo que no piensa hacer de momento es independizarse de su madre, con la que vive fenomenal… Al menos, mientras siga sin novia: “estoy soltero y entero”, concluye.