Fundación Mutua apoya a la Cocina Social Vistalegre en su labor de alimentar a las víctimas de la pandemia- Blog Vidas Cruzadas
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Cocineros contra el hambre

Los voluntarios de la Cocina Social Vistalegre siguen ayudando entre fogones

Los voluntarios de la “Cocina Social Vistalegre” de Cooperación Internacional siguen trabajando con esmero para alimentar a las víctimas de la crisis provocada por la pandemia.

“No es lo mismo hacer diez albóndigas que ochocientas”. Pese a eso, los voluntarios aficionados a los fogones que se unieron a la Cocina Social Vistalegre hace un año y medio están encantados, más bien enganchados y muy implicados. “El ambiente aquí es muy bueno, estamos muy a gusto en el grupo”, explica Elena Armengot, una de las voluntarias, que acude un día a la semana a preparar comidas.

La Cocina Social Vistalegre arrancó en un rincón del Palacio Vistalegre en los primeros meses de 2021. La pandemia había generado un aumento de las personas y familias que tenían que recurrir a los comedores sociales para hacer frente a su alimentación diaria y Cooperación Internacional, con el apoyo del Palacio Vistalegre y el asesoramiento técnico del Instituto Tecnológico Fuenllana, además de un sinfín de colaboradores, puso en marcha esta iniciativa de una cocina central que suministrara raciones equilibradas a varios comedores sociales.

La Cocina Social Vistalegre arrancó en un rincón del Palacio Vistalegre en los primeros meses de 2021. La pandemia había generado un aumento de las personas y familias que tenían que recurrir a los comedores sociales.

El objetivo principal del proyecto es la elaboración de cientos de menús a la semana, que después se distribuyen a comedores sociales satélite de los barrios más humildes de la capital. Desde que empezó su andadura han colaborado con el Comedor Social de Torrejón de Ardoz, Tetuán y el comedor de San José de Carabanchel.

Fundación Mutua apoya a la Cocina Social Vistalegre en su labor de alimentar a las víctimas de la pandemia- Blog Vidas Cruzadas

Patricia Colorado, como Técnico Experto en Hostelería que supervisa la producción en las instalaciones, comenta: “Trabajaba en el catering de Fuenllana y en otros proyectos y me ofrecieron venir a éste cuando surgió la idea de crear esta cocina central. El espacio lo cedió el Palacio Vistalegre y, mediante donaciones, se fue montando la cocina”, explica. El proyecto de Cooperación Internacional ha ido creciendo gracias a sus voluntarias y a las ayudas, como la que recibió de la Fundación Mutua Madrileña en su X Convocatoria de Ayudas a Proyectos Sociales, con la que han seguido mejorando el equipamiento de las instalaciones.

Los voluntarios son su principal capital: “Al principio éramos menos, pero el proyecto fue creciendo en gente y en instalaciones, en raciones…”, explica Elena Armengot, una de las voluntarias que está desde el principio y que acudió a la llamada de una amiga. Recuerda también que el local “era más abierto y teníamos menos medios”. Ayudas, como la de la Fundación Mutua Madrileña, han permitido ser más eficientes en tiempo y raciones.

Cada grupo de voluntarios acude un día a la semana a cocinar: “Se cocina lunes, martes y miércoles hasta mediodía. En diferentes turnos, todo por voluntarios”, detalla Patricia que se encarga de la coordinación del equipo y de las compras y organiza mensualmente los menús “para que haya variedad y no les falte ningún nutriente”.

Posteriormente, la comida se distribuye en comedores sociales. “Fuimos a ver el comedor social. Porque es importante cocinar, pero es importante ver el otro lado, ver que sirve… Cuando ves las colas… reconforta mucho saber que estas ayudando”, explica Jesús María Luengo, otro de los voluntarios que, tras dejar su empresa, ha encontrado en la cocina su nuevo trabajo y en el comedor, su lugar.

Con las ayudas recibidas la “Cocina Social Vistalegre” ha ido mejorando su equipamiento y creciendo en capacidad: “Ahora tenemos más capacidad y suministraremos a más comedores”, explica Patricia. Lejos de disminuir la demanda, la Cocina Social Vistalegre, un año y medio después de arrancar sigue siendo, más necesaria que nunca.